martes, 30 de agosto de 2016

Incertidumbre


Aquella noche, olvidada y recordada.
Noche en la que descubrimos nuestros rostros con una mirada,
y la oculta complicidad nos llevó al límite de cada sentido.
Noche donde el universo giró al compás de nuestros cuerpos
y nuestras almas vibraron extasiadas en un solo latido.

Aquella noche, nuestra noche.
Perpetuada en las entrañas,
con tatuajes de caricias, besos y tus uñas en mi espalda.
Noche donde éstas cuatro paredes son el maravilloso eco de tus gemidos
y la perfecta conjugación entre pasión, ternura y calma.