jueves, 6 de octubre de 2016

En medio de la nada

    Han sido días complicados. Creo que hace mucho tiempo no me sentía así...aletargada, a veces sin ganas de nada, sin esa sonrisa que algún día me caracterizó y sin aquel brillo en los ojos que iluminaba casi todo el espacio por donde pasaba. Sólo tengo el consuelo de refugiarme en el trabajo e intentar mantener la cabeza lo más ocupada posible, claro que, debido a mi terquedad de evitar pensar, tuve un pequeño accidente laboral y me corté un dedo, lo que me inhabilita de poder trabajar durante un par de días. Qué conclusiones puedo sacar de esto? Quizás el universo hace un buen tiempo me viene diciendo que debo calmarme, que debo tomar un tiempo y pensar en mí para sanar. Vengo arrastrando heridas desde hace mucho y ninguna ha cerrado su ciclo como corresponde. Qué hacer al respecto? el miedo vuelve a aparecer, las dudas vuelven a complicar, sobre todo cuando pedí una señal al universo y me llegaron varias, pero que van hacia distintas direcciones y la dirección en la que realmente mi corazón quiere ir parece ya no tener vuelta atrás. Hoy por hoy, estoy tratando de vivir el día a día, pero pasado, presente y futuro hacen ecos en mi cabeza. El cómo, cuándo, dónde y por qué, son pan de cada día al inicio o término de una jornada y eso agota emocionalmente. Será normal necesitar estar con alguien para sentir la felicidad completa? muchas veces he predicado que la felicidad debe encontarse en uno mismo y que existen muchas cosas que nos rodean que pueden hacernos felices, generalmente las cosas más simples, pero, en lo personal, la felicidad es compartir todas esas cosas simples con alguien. Sonreír con alguien, dormir abrazada a alguien, extrañar a alguien, conversar sobre distintos temas con alguien y querer compartir cada momento con ese alguien tan especial.
   Por ahora, ese alguien debe estar en alguna parte, pero necesitamos estar en la misma sintonía para encontarnos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario